La idea del anillo de compromiso se origina en el antiguo Egipto, en donde las futuras novias lucían un anillo obsequiado por su futuro esposo en el dedo anular por la creencia que la «vena amoris» de ese dedo llega hasta el corazón.
Este anillo, según las costumbres occidentales, se lleva para indicar su compromiso de casarse.
Tradicionalmente, es ofrecido por el hombre como regalo a su novia mientras o cuando ella accede a la proposición de matrimonio. Representa una aceptación formal del futuro compromiso
El anillo se lleva en el dedo anular (que según la tradición contiene la vena amoris). La mano en la que tradicionalmente se lleva depende de cada zona.
El novio le ofrecía a su novia un anillo de oro como símbolo de una relación seria y llena de buenas intensiones.
Hoy en día esta hermosa tradición se mantiene y surgen de la mano de joyeros expertos, piezas únicas que marcan el camino por el que transitarán el futuro matrimonio.