En todo festejo, del tipo que sea, siempre existe un momento proclive a la emisión de unas palabras. Un cumpleaños, un evento empresarial, un casamiento, etc. Siempre hay algo lindo que comunicar.
Sea durante la ceremonia o en los postres y el café en la fiesta, es común que agasajados, familiares o amigos se tomen unos minutos para emitir unas palabras en virtud de la celebración.
Por regla general, si son los agasajados quienes toman la palabra, se da las gracias a los asistentes compartiendo la felicidad del momento de forma corta y concisa.
Si es un familiar o amigo quien brinda el discurso, se debe hacer alusión sobre los novios, o la cumpleañera, quizás contando alguna anécdota, siempre tratando de mantener la elegancia, el buen gusto y la emoción.
Se debe evitar comentar detalles íntimos o privados y tratar de hablar despacio, claro y con buena pronunciación.
Si están organizando su evento, no dejen al azar este detalle que puede sobresalir más de lo deseado en la fiesta si no se evitan los nervios o si se habla más de la cuenta.
Recomendamos no hablar más de dos o tres minutos ya que los invitados quieren celebrar y el clima se aburre con largas intervenciones.
Para evitar los nervios, si no está acostumbrado a hablar en público, es adecuado tener un pequeño papel con lo que se quiere decir. La improvisación es buena, siempre que sepa cómo hacerlo. Si quiere que todo salga muy bien, puede practicar su intervención a solas o delante de un espejo o de otras personas.
Un sutil toque de humor siempre des contractura y genera la simpatía de los presentes. Pongan especial cuidado a los gestos y el lenguaje corporal. A veces se dice más con el cuerpo de lo que se quiere decir, por más que las palabras sean muy bonitas.
Hablar en público no es nada fácil y más aún si no se está acostumbrado o si sentimos un lazo sentimental muy estrecho con los involucrados.
Si siguen un plan específico, no solo serán capáz de pronunciar un discurso inolvidable sino también podrán disfrutarlo
Que la emoción no nos impida comunicar la felicidad que vivimos y festejar como el momento se merece.